María Lladró, Consultora asociada de Transform Action y Colaboradora habitual de El Mundo -Comunidad Valenciana- comparte con nosotros la parábola de la rana y su semejanza con la Cultura . ¿Estamos dormidos o despiertos?  LA CULTURA de una empresa se define coloquialmente como «la forma en que las cosas se hacen aquí». La cultura de nuestra organización nos puede pasar desapercibida cuando llevamos mucho tiempo inmersos en ella, pues acabamos por acostumbrarnos. Sin embargo, es preciso estar atentos para convertirla en engranaje y motor de estrategia y éxito. Es conocida la historia de la rana que salta de la olla de agua hirviendo pero que muere poco a poco sin reaccionar a medida que se va calentando el agua. La parábola resulta útil para explicar lo que ocurre con la cultura. Igual que en el caso del bañista que se ha acostumbrado al agua fría después de la primera impresión: el contraste nos sensibiliza, la costumbre adormece.

Imaginemos que trabajamos en una empresa conservadora sometida a rígidos procedimientos. Falta iniciativa en las personas para resolver los asuntos que se atascan. La innovación no surge o se ahoga nada más despunta por miedo al fracaso. Y llega el día en que dejamos esta empresa y nos incorporamos a otra que posee una cultura centrada en el cliente, donde se exploran oportunidades, la comunicación fluye, la diversidad es enriquecedora y las personas colaboran sin el sentimiento limitante de la jerarquía. Nos hacemos conscientes del contraste. Eso es la cultura, el corcho que nos levanta o el plomo que nos hunde.
El libro Firms of Endearment (2007) explica cómo son y qué hacen las llamadas «empresas que enamoran». Sus culturas están impulsadas por valores, fomentan el talento creativo y la innovación, trabajan por sueños compartidos y trascienden el objetivo del beneficio económico. Y acaban siendo las más rentables. Un análisis comparativo indica que las empresas convencionales generan un retorno acumulado para el accionista del 157% en 15 años mientras las «empresas que enamoran» alcanzan el 1.646%. Increíble ¿verdad? Es la energía de las personas cuando creen en sí mismas y en los demás. Desgraciadamente siguen existiendo empresas adormecidas, que se parecen a la olla con la rana, sin saber siquiera que no van a sobrevivir. La magnífica noticia es que tenemos herramientas para transformar «la forma en que las cosas se hacen aquí». La cultura es sin duda el viento en las alas de la estrategia cuando despega. Es tiempo de despertar. Conoce más acerca de María Lladró Link al Mundo artículo completo   ]]>